miércoles, 9 de noviembre de 2011

Pedro Schwartz y Esperanza Aguirre

Hace ya más de un mes dio no poco que hablar la entrevista al economista Pedro Schwartz en Salvados. En realidad en aquel programa Schwartz no dijo nada nuevo: si acaso dio un toque costumbrista y campechano a sus teorías, pero de hecho es un invitado habitual, si no imprescindible, en telediarios y programas de debate (entiéndase lo de debate en sentido figurado) de la televisión autonómica madrileña, y a veces hasta en La Noria, en los cuales con tono a menudo apocalíptico predica la buena nueva del neoliberalismo económico en su versión más extrema. Nadie que haya visto una se sus intervenciones "serias" se podía sentir sorprendido por el reportaje de La Sexta.

Nacido en 1935 en Madrid, Pedro Schwartz es en la actualidad catedrático en la Universidad CEU-San Pablo, y antes en la Complutense, donde ganó la cátedra de Historia  las Doctrinas Económicas. Su tesis doctoral versó, cosa nada casual, sobre el gran santo patrón del liberalismo económico, John Stuart Mill. Sin embargo, Schwartz no ha desdeñado tampoco la actividad pública, y así fue en tiempos presidente del Club Liberal de Madrid, y en 1983 hasta fundó un partido político, la Unión Liberal, de escaso recorrido antes de acabar más o menos integrado en Alianza Popular, la antecesora del actual Partido Popular.

Aunque aquel partido fue efímero, en él se fogueó en el mundo de la política, entonces con una aplastante mayoría de hombres, una joven discípula a la que el propio Schwartz animó a entrar en política: Esperanza Aguirre Gil de Biedma. La plataforma electoral Coalición Popular, a la que pertenecía el Partido Liberal, fue de hecho el trampolín que permitió a la actual presidenta de la Comunidad de Madrid obtener su primer cargo público, una concejalía en el ayuntamiento de Madrid.

Pedro Schwartz ha sido siempre el mentor intelectual y casi podríamos decir que director espiritual de Esperanza Aguirre. Exponer aquí todas sus teorías sería largo y farragoso, pero al igual que los Diez  Mandamientos, también puede reducirse a uno solo: desmantelamiento de los servicios públicos, excepto la policía y el ejército, claro está, que ya decía el mismo Stuart Mill que esas cosas son demasiado importantes para dejarlas en manos del egoísmo humano.

Con tales antecedentes, casi podríamos decir que la intervención de Pedro Schwartz puede tomarse como una suerte de programa electoral. Que un día sí y otro también Esperanza Aguirre, aventajada discípula así mismo del doctor Goebbels, insista en que no busca atacar la educación pública, que todo son unas medidas técnicas dictadas por la crisis y que además a calidad mejorará, y etcétera etcétera, tener que oír eso todos los días es algo que simplemente insulta a nuestra inteligencia. Por lo menos, que lo reconozca: ganará en credibilidad.

domingo, 30 de octubre de 2011

La educación que nos trae la Señora Marquesa

En este vídeo podemos ver a Esperanza Aguirre inaugurando un nuevo centro de servicios sociales:



Y en este otro se aprecia la evidente mejora en la calidad de la enseñanza pública: